Cuarto Creciente

1. Se está haciendo tarde

Quien negó que un te quiero es para siempre,
tal vez no aprendió a soñar.
Si vas quitándole la sal la vida pronto quema,
date otra oportunidad.
Que no hay nada mejor que despertar
sin preocuparme de si ya no estas
saber que puedo regalarme todo lo que tú me das.
Ni quiero ni querré la soledad
pero la siento en cuanto tú te vas
y solo sé que voy detrás de ti detrás de ti no hay nada mas...

Y se está haciendo tarde,
está llegando el fr,
y si no estás me siento por momentos tan vacio.
Con lo que vale un sueño
y la mitad del mío,
te tumbare en la arena y tu si quieres haz lo mismo.
Que yo preguntare...

Quién cambio mis problemas por la suerte
de sentirme tu mitad.
No te imaginas cuanto yo te guardo dentro
y te lo voy a demostrar.
Que no imagino vivir mas allá
de unos milímetros de donde estás,
para que pueda dedicarme solo a lo que tú me das,
en mi memoria yo te guardare
como el cristal con el que pude ver
y ahora sé que ahí detrás de ti detrás de ti no hay nada mas...

Y se está haciendo tarde,
está llegando el frio,
y si no estás me siento por momentos tan vacio.
Con lo que vale un sueño
y la mitad del mío,
te tumbare en la arena y tu si quieres haz lo mismo.

No sé por qué me pierdes,
no sé por qué me rindo...
y aún sigues pensando algunas veces
¡Qué te olvido!
Y ahora que no te tengo,
y ahora que estoy vendido,
te siento aún más cerca cuando yo hablo conmigo mismo
y cuando yo hablo... ¡y cuando yo hablo!
Conmigo mismo.... Conmigo mismo....

¿Qué estás haciendo ahí?
¿Por qué? ¿Por qué no vienes?
Si se está haciendo tarde
¡Si está llegando el frío!

Solo te pido: ¡vuelve!



2. Ninguno de Dos


El firmamento cayó, en el centro del salón.
Y al saber, que ya de largo nuestro amor se fue,
gritamos más cada vez.

¿Y aún preguntas quien perdona a quién?

Entras en la habitación, porque me has hecho venir.
Siempre terminas sacando lo malo de mí.
Ayer decías que no, y ahora me dices que sí,
soy tu problema y tú el mal que me hace sufrir.
No me levantes la voz, que no respondo de mí.
Sabes de sobra que así no podemos seguir.
Algo me dice que no que no, que esto se pierde.

¿Y quién nos lo iba a decir?
Se secó, nuestro jardín.
Es normal, tú eres marea que viene y se va,
y yo la orilla del mar.

¿Y aún preguntas quien perdona a quién?

No, no, no lo esperaba de ti,
¿cómo has podido decir, que ya no somos los mismos que no eres feliz?
A veces piensas que no, que no soy yo para ti,
porque no sientes la estrella que hay dentro de ti.
Nos bastaría un perdón, un renovarse o morir,
Aunque ya empiezo a pensar que lo nuestro es sufrir.
Algo me dice que no, que no, que esto se pierde...

Somos Abel y Caín...

No entiendo como la rabia enciende las palabras,
palabras que no son nada pero llegan al alma.
Y me arrepentiré...
Y no quiero...
Y te espero...
Y he decidido no perder ya ni un solo segundo más...

Por favor di de una vez, que es lo que quieres de mí,
no puede ser que las cosas se queden así.
Como la triste canción, que yo escribí para ti,
Como el maldito silencio que llega hasta mí.
No te querrán como yo, como yo te quise a ti,
y vivirás de un recuerdo que hiciste morir.
Fuimos ninguno de dos,
fuimos Abel y Caín,
fuimos un cielo que llueve y se aleja de aquí.

Entras en la habitación, porque me has hecho venir,
siempre terminas sacando lo malo de mí.
Ayer decías que no, y ahora me dices que si,
soy tu problema y tú el mal que me hace sufrir.

No me levantes la voz que no, que no respondo.
Fuimos ninguno de dos...
Y un cielo que llueve...

Para no morir... Para no morir... 



3. Mi Rey y Yo

Yo no tengo nada más que lo normal,
quizás un cierto atractivo cuando me logran callar.
Mi madre dice que soy algo especial,
mi padre que soy del todo, del todo subnormal.

Pero cuando me duermo surge un reino de color,
en tono azul marino,
donde nadie, donde nadie reina más que yo.

El rey de mi castillo juega a ser como un chiquillo,
porque en su reino no existen ni balas ni cuchillos.
El rey lo entiende todo, el rey es grande, es diferente
y lo que más le gusta es encontrarse con su gente.

Y cuando me despierto ya soy de lo más normal,
me pongo una camisa, unos zapatos
y echo a caminar.

Yo no tengo nada, nada de especial,
ninguna historia que sirva para poderla contar.
Tengo un amigo que dice que soy lo más,
lo más extraño que ha visto desde que dejo de fumar.

Pero cuando me duermo nadie sueña más que yo
y cielo y mar se abren porque nadie,
porque nadie reina como yo.

El rey de mi castillo juega a ser como un chiquillo,
porque en su reino no existen ni balas ni cuchillos.
El rey lo entiende todo, el rey es grande, es diferente
y lo que más le gusta es encontrarse con su gente.

Y cuando me despierto ya soy de lo más normal,
me pongo una camisa, unos zapatos
y echo a caminar,
y echo a caminar.

Si hay algo que quisiera yo comprar,
sería un billete de ida para no volver jamás,
a esa tierra de sueños tan ideal,
tal vez te escriba desde allí
para ver qué tal estás.

Quizás una mañana cuando vuelva a despertar,
un tono azul marino me recuerde, me recuerde.

El rey de mi castillo juega a ser como un chiquillo,
porque en su reino no existen ni balas ni cuchillos.
El rey lo entiende todo, el rey es grande, es diferente
y lo que más le gusta es encontrarse con su gente.

El rey de mi castillo juega a ser como un chiquillo,
porque en su reino no existen ni balas ni cuchillos.
El rey lo entiende todo, el rey es grande, es diferente
y lo que más le gusta es encontrarse con su gente, encontrase con su gente.
Encontrarse con su gente,
es encontrarse con su gente.



4. Te Hablaré

Tú me vendrás con historias siderales,
tú me vendrás con esa extraña sensación,
del que no entiende la mitad de sus verdades
y sufre males de cabeza y corazón.

Tú me vendrás con preguntas racionales,
tú me vendrás con la certera convicción,
de que esta vida no ha querido tus finales,
que prefirió cambiar de prota y de guión.

No de las mentiras, no de los desiertos.
No de los malos momentos que ya no están para ser nuestros.
No de amargos tragos ni tristes canciones.
No de malas intenciones y no de malos corazones.
Que mi todo es nada y que tu nunca es siempre.
Llevo ya tiempo sin verte, así que ven que yo de buenos te hablaré,
no de malos te hablaré, así que ven que yo de buenos te hablaré.

Sabes el sol no está ahí para cegarnos,
ni las tormentas para no poder volar
y tu futuro es como tú lo estás pintando,
es que no ves que en esta vida hay que soñar.

Y me vendrás con respuestas que no valen,
más que para perder el tiempo y la ilusión
y hacen que todo cueste más de lo que valen,
así que ven que el precio te lo digo yo.

No de las mentiras, no de los desiertos.
No de los malos momentos que ya no están para ser nuestros.
No de amargos tragos ni tristes canciones.
No de malas intenciones y no de malos corazones.
Que mi todo es nada y que tu nunca es siempre.
Llevo ya tiempo sin verte, así que ven que yo de buenos te hablaré,
no de malos te hablaré, así que ven que yo de buenos te hablaré.
No de malos te hablaré, así que ven que yo de buenos te hablaré.

No de malos que complican, que mienten.
Que no te explican, que no te entienden,
que nunca tienen nada, nada que contarte.
Que no sonrían, ni un final con te quiero,
ni un te esperaré siempre, ni un seré sincero.
Ni una sola palabra que no lleve mentira
o que te llene de vida, así que ven que te hablaré
y yo de buenos te hablaré.

Así que yo de buenos te hablaré
y no de malos te hablaré.
Así que ven que yo de buenos te hablaré
y no de malos te hablaré.

Así que yo de buenos te hablaré
y no de malos te hablaré.
Así que ven que yo de buenos te hablaré
y no de malos te hablaré.

Así que yo de buenos te hablaré
y no de malos te hablaré.
Así que ven que yo de buenos te hablaré
y no de malos te hablaré.



5. Cariño Yo Solo Quiero...

Quise llamarte pero por poco
provoco una hecatombe nuclear,
aquella tarde en el centro comercial.
No me aceptaban los cinco duros
y no lo pude soportar, y no lo pude soportar.

Algo en mi vida tiene que cambiar,
no puede ser que tenga que esperar
para decirte lo que te quiero
y me lo tengo que comprar,
y me lo tengo que comprar.

Que me lo compro, que me lo compro.
Cariño, yo sólo quiero llamar,
poder hablarte con tranquilidad,
no te echaré de menos nunca más.
Que me lo compro, que me lo compro,
que lo importante es poder hablar,
tarifa plana o fija, eso da igual, da igual.
Mi vida yo sólo quiero llamar.

Ahora mi vida tiene sentido
y mis palabras ya pueden volar.
No importa donde esté ni el qué dirán,
que me acompaña hasta cuando duermo
por si me tienes que llamar, por si me tienes que llamar.

Enamorado de mi celular,
mi compañero fiel al que llorar.
Con su pijama de terciopelo,
Dios mío qué gracioso está, Dios mío qué gracioso está.

Que me lo compro, que me lo compro.
Cariño, yo sólo quiero llamar,
poder hablarte con tranquilidad,
no te echaré de menos nunca más.
Que me lo compro, que me lo compro,
que lo importante es poder hablar,
tarifa plana o fija, eso da igual, da igual.
Mi vida yo sólo quiero llamar.

Y llamarte pa' decirte que te estoy queriendo,
que aquí tan sólo yo me estoy muriendo,
llamo porque quiero y porque no me llamas,
porque, ay mi vida, yo te tengo ganas.
Te echado de menos, o de más, te he echado de menos.
Sólo quiero llamar.



6. Aunque ni Siquiera Existas

A menudo se entretiene,
casi siempre llega tarde,
nunca para en ningún sitio
y aparece en cualquier parte.

Va llenando sus maletas
con las cosas que le valen,
las que nunca nadie quiere,
las que son para encontrarte
y le noto algo distinto
ya no me parece el mismo...

Y es que ese corazón se pierde
y es que ese corazón se apaga
y es que ese corazón se ha herido, está perdido
porque nadie lo ha querido.

Y te quiere más que a nada
e imagina que lo sabes,
aunque ni siquiera existas
y no sepas cuanto vales.

Y se engaña con promesas,
con promesas para nadie,
yo sé bien por qué se pierde
él se pierde por pensarte.

Y es que ese corazón se pierde
y es que ese corazón se apaga
y es que ese corazón se ha herido, está perdido
porque nadie lo ha querido.



7. Seis

Quise decirte al oído,

quise llorar por lo que fue,

quise enhebrar nuestros hilos por última vez

Y que la noche nos llevase a aquel ayer.


Y de mi sombra un suspiro,

y de mi piel la soledad,

y de mi mundo ahora hundido sólo una verdad:

Que no estás tu, y que no tengo nada más,

nada más, nada más...


Y se llenan tus palabras,

y te cuesta comprender,

por qué escucha cuando le hablas,

pero no quiere entender.

Y se han deshecho vuestros lazos

y ese cielo tan azul.

Y han quedado sus pedazos

donde los pusiste tú.


Y es encontrar el vacío.

Y es descubrir

que la vida se te escapa

mientras alguien

como cruel enemigo escucha tu verdad

para ignorarla y no creer en nada más,

nada más...

Y ahora quién llama al olvido

y ahora quién vuelve a contar estrellas

que no brillarán.

Si tú no cuentas conmigo

si no quieres soñar,

vete en silencio

ahora ya puedes olvidar,

olvidar...


Y se llenan tus palabras,

y te cuesta comprender,

por qué escucha cuando le hablas,

pero no quiere entender.

Y se han deshecho vuestros lazos

y ese cielo tan azul.

Y han quedado sus pedazos

donde los pusiste tú.

Y vuelve cada madrugada

y vuelve cada amanecer.

El silencio en tu mirada tiene nombre de mujer.

Y se han deshecho vuestros lazos

y ese cielo tan azul.

Y han quedado sus pedazos

donde los pusiste, donde los pusiste tú...

Donde los pusiste tú...

Donde los pusiste, donde los pusiste tú...

Donde los pusiste tú...





8. Que No Es Verdad

Y yo no sé muy bien de quién,
de quién diablos fue la idea
de contar a todo el mundo
las mentiras que hoy nos llevan
a caer en más mísero destino,
a ser un número en las listas del Inem.

Y ese tal seguro que,
que estudia alguna carrera.
Sin motivo y porqués para no ser un cualquiera.
Tanto tienes, tanto vales
es la enseñanza primera,
eso es lo que nos han vendido al por mayor.

¡¡Que no!! ¡¡Que no!!
Que digo:

Que no es verdad
que no haya tiempo
para cerrar los ojos
y poder volar
por otros cielo,
afortunadamente sé,
que no es verdad
que hayamos muerto
abandonados a la cruda realidad,
de no querernos
afortunadamente digo.

Para ser gente de bien,
ser un alguien importante,
lo primero es estudiar
y lo segundo es olvidarse
de las cosas que tu corazón
te mandé.
Que aunque te hagan feliz
no sirven pa' comer.
ay ayayayayayayay

Y si tienes suerte
ya, ya sabemos lo que pasa.
Quizás llegue a opositar,
tal vez consiga una plaza,
un buen puesto en oficinas
del estado.
Y olvidaré las tonterías
que soñé.

¡¡Que no!! ¡¡Que no!!
Que digo:

Que no es verdad
que no haya tiempo
para cerrar los ojos
y poder volar
por otros cielo,
afortunadamente sé,
que no es verdad
que hayamos muerto
abandonados a la cruda realidad,
de no querernos
afortunadamente digo.
Y afortunadamente digo.

Ya ves la felicidad
no se vende tan barata,
como el odio o el rencor
y esas mentiras que matan.
Poco a poco y sin contar
con uno mismo,
¿dime qué harías
si nacieras otra vez?

¡¡Que no!! ¡¡Que no!!

Que no es verdad
que no haya tiempo
para cerrar los ojos
y poder volar
por otros cielo,
afortunadamente sé,
que no es verdad
que hayamos muerto
abandonados a la cruda realidad,
de no querernos
afortunadamente digo.

Que no es verdad
que no haya tiempo
para cerrar los ojos
y poder volar
por otros cielo,
afortunadamente sé,
que no es verdad
que hayamos muerto
abandonados a la cruda realidad,
de no querernos
afortunadamente digo.
Que no es verdad.



9. Sabes Demasiado

Tengo suerte, lo he logrado, he enseñado al corazón.
A no vengarse, a estar a un lado, a no esperar a un sí o a un no,
a no esperar a un sí o a un no.

Tú no sabes lo que me has dado, eso te lo digo yo.
Lo que la luna al mar anclado, lo que la gloria al perdedor.
Ya no tengo tiempo en mi vida para esta a un lado
o para ser recuerdo entre los dos
y si para ser viento, tu viento me viene despertando,
ahora sabes que esa es mi intención.

Y al anochecer prefiero la luz,
ahora mi vida enciendes tú.
Soy lo que seré, la cara y la cruz.
El mundo que sólo entiendes tú.

Y ahora sabes demasiado y eso puede ser peor.
Pero no te vayas de mi lado, necesito oír tu voz.
Y las cosas no han cambiado, aunque el cielo hoy es de otro color.
Que tú delante, delante y yo temblando, este sueño es sólo de los dos.

Y al anochecer prefiero la luz,
ahora mi vida enciendes tú.
Soy lo que seré, la cara y la cruz.
El mundo que sólo entiendes tú.

Y al anochecer prefiero la luz,
ahora mi vida enciendes tú.
Soy lo que seré, la cara y la cruz.
El mundo que sólo entiendes tú.

Que sólo entiendes tú, tú, tú...



10. Cuarto Creciente

Hace ya unos años que estas ahí.
Hace ya unos años que no salgo de aquí.
Cada noche enciendes esta mísera llama
y quiero conservarla pero el viento la apaga.

Y como voy a hacerlo si desde aquí apenas puedo verte.
Como voy a ser lo que nunca fui si no te tengo enfrente.
Y has parado el tiempo en mi habitación, he quedado a su suerte.
Luna viva extraña e indiferente, da a mi vida un cuarto creciente.
Da a mi vida un cuarto creciente.

Y dime, ¿no eres tu quién de pronto me habla?
Y dime, ¿no eres tu quién serena mi alma?
Pretendes ignorar que estas dentro de mí,
te vas fuera de mi, estás fuera.
Y quieres que haga un mundo donde no hay más que nadas,
nadas, nadas…

Y como voy a hacerlo si desde aquí apenas puedo verte.
Como voy a ser lo que nunca fui si no te tengo enfrente.
Y has parado el tiempo en mi habitación, he quedado a su suerte.
Luna viva extraña e indiferente, da a mi vida un cuarto creciente.
Da a mi vida un cuarto creciente.

Y como voy a hacerlo si desde aquí apenas puedo verte.
Como voy a ser lo que nunca fui si no te tengo enfrente.
Y has parado el tiempo en mi habitación, he quedado a su suerte.
Luna viva extraña e indiferente, da a mi vida un cuarto creciente.
Da a mi vida un cuarto creciente.
Creciente… Creciente…


11. Adiós

Qué fácil me llegas
y qué triste el adiós.
Y ver que tu mirada ya se aleja,
el extraño soy yo.

Ni siquiera puedo consolarte,
aunque no sé lo que daría yo,
por retenerte al menos otro instante.
El extraño soy yo.
Aquí… Diciendo adiós.

Te has marchado, ya te has ido
y ahora sé lo que he perdido.
Es el final que no quisimos, pero que llegó,
que llegó al decir adiós...
Mil lunas llenas por delante,
excusas para no aguardarte.
Nos queda al menos lo vivido
y el decir adiós, sólo el decir adiós…

Y me habré cansado de esperarte.
De perder a solas la razón.
Y el cielo aquel que tanto me gustaba regalarte.
El extraño soy yo… Mi vida, mi vida, dime, ¿qué pasó?
Para que todo fuera tan distante.
¿Y qué pasó? Para creernos que ya todo terminó.
¿Por qué no nos dijimos nada antes?
El extraño soy yo… Aquí diciendo adiós

Te has marchado, ya te has ido
y ahora sé lo que he perdido.
Es el final que no quisimos, pero que llegó,
que llegó al decir adiós...
Mil lunas llenas por delante,
excusas para no aguardarte.
Nos queda al menos lo vivido
y el decir adiós, sólo el decir adiós.

Te has marchado, ya te has ido
y ahora sé lo que he perdido.
Es el final que no quisimos, pero que llegó,
que llegó al decir adiós...
Mil lunas llenas por delante,
excusas para no aguardarte.
Nos queda al menos lo vivido
y el decir adiós, sólo el decir adiós.

Te has marchado, ya te has ido
y ahora sé lo que he perdido.
Es el final que no quisimos, pero que llegó,
que llegó al decir adiós...
Mil lunas llenas por delante,
excusas para no aguardarte.
Nos queda al menos lo vivido
y el decir adiós, sólo el decir adiós…

2 comentarios:

  1. A ver...¡¡¡¡¡¡¡¿por qué narices no has puesto más?!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡ARTEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!

    ResponderEliminar